Páginas


sábado, 26 de junio de 2010

Diógenes Cedeño Cenci: un loco caballero navegante



UN LOCO CABALLERO NAVEGANTE
Hace 494 años, el 11 de enero de 1503, se da el significativo encuentro entre Cristóbal Colón el Almirante de la Mar Océana y el valeroso Quibián el señor de la Tierra en la Comarca de Veragua del istmo de Panamá. Por tanto no es casual que hoy celebremos una gala extraordinaria al presentar el singular ensayo histórico-literario:
El cuarto viaje de Cristóbal Colón por la ruta de las tormentas del Dr. Diógenes Cedeño Cenci.
DIÓGENES EL HUMANISTA
Los libros del mundo son infinitos.
José Saramago

La imaginación, la pasión, el sentimiento y la reflexión son el sustento vital de la literatura. La literatura es cosa viva, expresa el ansia de infinitos de cada ser humano y sobre todo es un peregrinaje de absurdos. El egipcio Naguib Mahfouz, Premio Nobel de Literatura, nos dice que “hay existencias como un océano” y este es el caso del Almirante Cristóbal Colón, solo que la suya es de más de un océano y eso lo descubre Diógenes Cedeño Cenci cuando con elegante prosa confronta al intrépido y audaz navegante en sus constantes naufragios interiores.

Colón tuvo un periplo de más de 67,000 millas de navegación, 7 naufragios, sobrevivió a 43 temporales y tempestades. Así lo describe Augusto Roa Bastos: “si un naufrago sobrevive una y otra vez a la cólera de los elementos, de los hombres, de los dioses, este sobreviviente se torna invencible”.
Diógenes de formación humanística y con visión integral del acontecer humano nos ofrece un extraordinario estudio geográfico, histórico, literario y psicológico de ese Quijote del mar tal como lo es Cristóbal Colón.
En el ensayo el pasado se hace presente, el hecho histórico se actualiza. El uso didáctico de las citas aclaratorias, a pie de página, busca establecer a través de los detalles el principio de Arquímedes en uno de los más enigmáticos y contradictorios personajes de la historia.
La investigación es exhaustiva y documental pero el texto supera el rigor académico, ya que Diógenes logra darle luminosidad con un estilo narrativo fluido, preciso y anímico. El universo humano es el más complejo y oscuro según el paraguayo Roa Bastos, y Diógenes Cedeño Cenci lo revela al establecer el perfil íntimo del héroe y su leyenda cuando confronta a Cristóbal Colón en sus crisis existenciales. Así vemos a un Colón frustrado, rencoroso y humillado por las adversidades, es el itinerario de sus momentos más difíciles y amargos, en su devenir de dolor.

EL ALTO Y LARGO VIAJE
Navega en un barco sin ancla, el mar es su memoria.
Nélida Piñón

En un viaje de dos años y medio en busca del Estrecho de Catigara mencionado por Marco Polo, Colón recorre el istmo centroamericano desde Honduras hasta el Archipiélago de las Mulatas. Aquí de 1502 a 1503 entra en contacto con el litoral caribe del Istmo de Panamá. Se deslumbra ante el paisaje exótico de Bocas del Toro, se maravilla ante los inmensos lagartos del Río Chagres, la bahía de Portobelo lo enamora e intenta establecer el primer asiento español en Tierra Firme en Santa María de Belén.
“La tierra se hace historia desde que el hombre la descubre” nos dice Samuel Gutiérrez y Colón le da nombre en Bocas del Toro a la Bahía del Almirante, en Veragua llama Belén al río Kiebra, al Chagres río de los lagartos, a la hermosa ensenada al oriente del Istmo la bautiza como Portobelo, al archipiélago de las Mulatas le llama Sambalas.

LA QUIMERA DEL ORO
La ambición horada las piedras y las conciencias.
Augusto Roa Bastos

En Veragua, en las tierras de Quibián, Colón descubre la primera ruta del oro americano. Y de allí nace la visión de Panamá como camino de la riqueza fácil y marca nuestro devenir. Surge así la gobernación de Castilla de Oro y luego la ruta de tránsito con las Ferias de Portobelo, el ferrocarril transístmico, los canales francés y estadounidense, la Zona Libre, el Centro Financiero Internacional, el tráfico de drogas y de armas.


LA LUCHA POR LA LIBERTAD
No tengáis miedo.
Juan Pablo II

Quibián se enfrenta a las pretensiones de Colón de establecer el primer asiento español en Tierra Firme y con su valentía hace fracasar el emplazamiento de Santa María de Belén. La actitud de Quibián recuerda El Ariel de José Enrique Rodó, pues Quibián también deja huellas de una conducta insobornable en defensa de la integración del territorio nacional bajo una sola jurisdicción.

LA CARTA DE JAMAICA
Aquí estoy arrancándome una de mis pieles vitales.
Virginia Woolf

Jamaica desde Colón a Bolívar está vinculada al destino panameño. Con fecha del 7 de julio de 1503 en carta a los reyes de España, el Almirante relata la odisea oceánica padecida en su cuarto viaje. Diógenes Cedeño Cenci analiza minuciosamente el documento tanto en la forma como en su contenido, y con la audacia de un crítico literario consciente del texto como una manifestación de fuerzas y debilidades nos ofrece un retrato patético, dramático, poético y visionario de un loco caballero navegante en perpetuos naufragios. Y en esa extraña e impresionista relación se da el primer testimonio histórico y literario del Istmo de Panamá.

REFLEXIONES CRÍTICAS
Sólo los apasionados llevan a cabo obras duraderas y fecundas.
Unamuno

Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato y Augusto Roa Bastos, entre otros escritores, afirman que un libro es bueno y auténtico cuando tiene potencia genética, su pasión creativa es semilla que florece en otras obras.
El ensayo El cuarto viaje de Cristóbal Colón por la ruta de las tormentas de Diógenes Cedeño Cenci se basta asimismo y nos induce invariablemente a patrióticas reflexiones. Y es que próximos al tercer milenio nos enfrentamos al reto de enfocar los estudios históricos con una actitud crítica y sin concesiones acomodaticias. Así nos toca considerar la fuerza anímica, de nuestra voluntad nacional, de cara a las difíciles decisiones de definir con coraje el destino colectivo de nuestro país. Y vale reiterar el ejemplo de Quibián al defender a su pueblo, cuando hoy tenemos en Panamá más Philippe Buneau Varilla que los de 1903*.
Hoy La venta del Istmo, tal como la denunció Belisario Porras en su momento histórico, es más vergonzosa pues la elite transitista, deliberadamente, ignora el sacrificio heroico de las distintas generaciones de panameños que lucharon, contra el nefasto tratado conocido como Panamá Cede. Esa lucha histórica tenía el firme propósito de integrar jurisdiccionalmente el territorio panameño como un legítimo estado soberano, libre e independiente.
Los naufragios de Cristóbal Colón nos hacen pensar en los constantes naufragios de nuestra patria, y nosotros como él, también somos intrépidos, valientes y perseverantes.
El ensayo de Diógenes Cedeño Cenci es oportuno en nuestra actual encrucijada histórica por sus significativas resonancias políticas, económicas y sociales. Diógenes Cedeño Cenci nos dignifica como nación. Leerlo y compartirlo en diálogos creativos es una necesidad de sobrevivencia.
¡Diógenes gracias por darnos la esperanza!

*En ese momento se proponía la instalación en Panamá del CMA (Centro Multilateral Antidrogas) rechazado por la opinión pública.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Cedeño Cenci, Diógenes: El cuarto viaje de Cristóbal Colón por la ruta de la tormenta/
Panamá: Editorial Universitaria, 1996. 442p. il. Incluye 62 fotos a colores, mapas, dibujos, grabados y una amplia bibliografía.

Palabras en el acto de presentación de la obra: El cuarto viaje de Cristóbal Colón por la ruta de las tormentas, celebrado el 28 de enero de 1997 en el Salón de Profesores de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá.

Nota: Para ampliar la información sobre el tema analizado por el Dr. Cedeño recomiendo las novelas La vigilia del Almirante de Augusto Roa Bastos, El viajero de Gary Jennings y los perros del paraíso de Abel Possé, así como el ensayo El Hurakán de Germán Castro Caycedo.



Presentación del libro por el profesor Ricardo Ríos Torres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario